Habitantes temen que el departamento pierda esta suma de dinero en un daño patrimonial irreparable. 326 mil millones de pesos están en juego debido a 143 proyectos inconclusos, reveló la representante Alexandra Vásquez. Es decir que, las obras en Cundinamarca están en alerta y se han convertido en elefantes blancos. ¿Qué sigue?
La Contraloría General de la República confirmó en su informe más reciente que estos proyectos abandonados, iniciados en su mayoría desde 2011, debían completarse en un máximo de dos años. Sin embargo, más de una década después, las obras siguen sin finalizarse, y el impacto recae directamente en la calidad de vida de los habitantes.
Proyectos de acueducto y alcantarillado: Promesas que no se cumplieron
Entre las obras más preocupantes está el acueducto de la comuna 4 de Soacha, que tuvo una inversión de 45 mil millones de pesos y que, pese a estar terminado, aún no funciona. ¿Cómo es posible que una obra tan necesaria siga inactiva? Los ciudadanos de Soacha, quienes dependen de un servicio de agua adecuado, sienten el peso de esta irresponsabilidad.
En el caso de Zipaquirá, el proyecto de los despachos judiciales refleja la misma problemática. Esta obra terminó, pero no está en operación. Tras siete suspensiones y una inversión de 17 mil millones de pesos, la construcción sigue sin cumplir su propósito, dejando a la comunidad con menos acceso a servicios judiciales.
Obras inconclusas de vivienda y servicios básicos
Un total de 32 proyectos de vivienda en Cundinamarca también enfrentan serios retrasos. Estas obras han recibido un presupuesto de 62 mil millones de pesos asignado principalmente por el Banco Agrario de Colombia. La razón principal del estancamiento es la falta de conexión a servicios públicos básicos, lo que impide que estas viviendas puedan ser habitadas y limita las oportunidades para cientos de familias.
Salud en riesgo: hospitales y centros de salud paralizados
Los servicios de salud no han escapado a esta cadena de promesas incumplidas. Actualmente, 13 proyectos de hospitales y centros de salud están inconclusos, con un presupuesto total de 147 mil millones de pesos que aún no beneficia a las comunidades. Estos recursos destinados a la salud quedan en el aire, dejando a muchos municipios sin infraestructuras adecuadas para atender sus necesidades básicas de salud.
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Fiscalización y sanciones: ¿Se hará justicia?
Pese a la gravedad de la situación, solo 13 actuaciones de responsabilidad fiscal se han iniciado para sancionar a los responsables de estos elefantes blancos. La representante Alexandra Vásquez anunció que impulsará una veeduría junto con la ciudadanía para exigir investigaciones más estrictas y sanciones inmediatas a contratistas y funcionarios que hayan permitido esta situación.
La magnitud de este problema por las obras de Cundinamarca, afecta directamente a los habitantes, quienes sufren por la falta de infraestructura esencial. La ciudadanía merece respuestas y soluciones urgentes para garantizar que sus derechos sean protegidos y sus recursos públicos utilizados de manera justa.