En el departamento de Cundinamarca y Bogotá D.C., la propuesta de incluir a Soacha a la Región Metropolitana, genera preocupaciones. Esto, debido a la posibilidad de nuevos impuestos, peajes y otros impactos negativos para los residentes de la región.
Por ejemplo, la congresista Alexandra Vásquez expresó su oposición a esta iniciativa. En el que argumenta que podría llevar a una mayor carga financiera para los ciudadanos. Así, alterar la dinámica comunitaria, según se discutió en el Concejo municipal de Soacha.
Según las críticas, la Región Metropolitana podría introducir una sobretasa al impuesto de delineación urbana. Además de otras posibles tasas que afectarían directamente a los habitantes de Cundinamarca.
Además, se plantea la creación de una Agencia Regional de Movilidad y Centros de Intercambio Modal. Qué impondrían tarifas por el uso de terminales de transporte. La congresista señala que estas medidas incrementarían los costos de movilidad. Es decir, para vehículos particulares como para el transporte público intermunicipal.
“La configuración actual de la Región Metropolitana excluye a los ciudadanos de las decisiones importantes. Esto significa que los proyectos que impacten en la región pueden avanzar sin necesidad de pasar por un proceso de aprobación ejecutiva que garantice la participación y representación de las comunidades afectadas.
Es especialmente preocupante el proceso de adhesión de municipios como Soacha, que se lleva a cabo mediante un cabildo abierto en lugar de un proceso más inclusivo como una consulta previa”, alertó Alexandra Vásquez Ochoa.
La inclusión de Soacha y otros municipios en esta gran área urbana es un tema controvertido. La representante Alexandra Vásquez criticó el proceso de adhesión, sugiriendo que se excluye a la ciudadanía de decisiones importantes y advirtió sobre las consecuencias de la especulación inmobiliaria.
Afirmó que la expansión de Bogotá dentro de esta configuración metropolitana beneficiaría a la industria de la construcción a expensas de las comunidades periféricas, aumentando así los precios del suelo y convirtiendo municipios en zonas principalmente residenciales.
“Con la Región Metropolitana va a existir un consejo regional todopoderoso que tomará las decisiones sin la gente de las veredas, de los barrios, de las comunas y de los corregimientos”.
La propuesta ha levantado preocupaciones significativas entre los ciudadanos de Soacha y áreas vecinas ante la posible imposición de nuevos impuestos.
Este proyecto también ha sido cuestionado por la falta de un proceso inclusivo y transparente en la toma de decisiones. La utilización de cabildos abiertos en lugar de consultas previas genera dudas sobre la verdadera participación comunitaria en la planificación y ejecución de los proyectos regionales.
Durante años he advertido sobre las implicaciones negativas de asociar a los municipios de #Cundinamarca a la #RegiónMetropolitana. El Alcalde de #Soacha y sus concejales quieren imponer su ingreso.
— Yeilor Espinel (@YeilorEspinel) April 10, 2024
Es hora de decir: ¡NO AL INGRESO DE SOACHA A LA DESIGUAL REGIÓN METROPOLITANA! pic.twitter.com/733dXH9Jd5
Finalmente, uno de los puntos más controvertidos es la propuesta de implementar nuevos peajes en varias vías de la región, lo que representaría un aumento en los costos de transporte para los residentes y podría tener un impacto significativo en la economía local.
“El ingreso de Soacha a la Región Metropolitana en un suceso trascendental para su futuro y su gente. Ya que, va a traer consecuencias irreversibles para todos los ciudadanos del municipio. Abre la posibilidad a nuevos impuestos; sobrecostos a lo que ya existe. Aumento en las tarifas del transporte y nuevos peajes”, finalizó explicando la congresista A. Vásquez.
En un mundo donde la participación ciudadana y la transparencia en las decisiones gubernamentales son fundamentales. Este caso resalta la importancia de involucrar a la comunidad en los procesos de planificación y desarrollo.
De esta manera, garantizando que las decisiones tomadas beneficien verdaderamente a todos. La voz de la gente debe ser escuchada. Asimismo considerada en la configuración de políticas que impacten directamente en sus vidas. Y además, en su futuro para sus comunidades.