Niñas con capacidades diferentes se enfrentan a una competencia internacional, estas soñadoras buscan dejar a Colombia bien representada. Ante las subidas y bajadas las deportistas de Soacha compiten en Paraguay con ayuda de sus padres, ya que hoy, el gobierno local les niega presupuesto para este tipo de eventos deportivos.
En Soacha, la veeduría del deporte conformada por padres de jóvenes deportistas con discapacidades ha levantado su voz ante un problema que muchos prefieren ignorar: el gobierno local no quiere apoyar el deporte. Las familias, que han luchado sin descanso por el bienestar de sus hijos, ahora sienten que sus esfuerzos son invisibles para quienes deberían estar protegiendo el futuro de estos jóvenes.
A pesar de la indiferencia del alcalde y del nuevo director del IMRDS, estas niñas valientes, hijas de Soacha, se alistan para un desafío monumental: viajarán a Paraguay para competir en su primera competencia internacional este mes de octubre. ¡Un sueño hecho realidad! Pero no gracias al gobierno, sino al sacrificio incansable de sus padres, quienes no han dejado que la falta de recursos las detenga.
Este grupo de jóvenes deportistas de Bogotá y Soacha compiten en Paraguay. Con déficit cognitivo moderado y síndrome de Down, llevan meses preparándose para representar a Colombia. Contra todo pronóstico, estas niñas han demostrado que, aunque el sistema les da la espalda, su talento y pasión las llevan lejos. Se enfrentan a un mundo competitivo sin el apoyo necesario, pero con un corazón que las hace perseguir sus sueños.
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Una de las historias más conmovedoras es la de Nicole, una joven a la que los doctores sentenciaron a una vida sin muchas esperanzas. Le dijeron a su madre que no podría ni siquiera terminar el colegio. Sin embargo, Nicole se reveló contra ese destino y lo transformo. Hoy, con apenas 26 medallas de oro colgando de su cuello, está lista para su primer gran desafío fuera del país.
Su madre, que trabaja como manicurista y en varios oficios para sostenerla, ha sido la verdadera heroína detrás de cada uno de esos triunfos. Nicole no ve el deporte como un simple pasatiempo, para ella es una profesión. Y ha luchado para que nadie, ni siquiera la falta de apoyo, la haga retroceder.
Liliana, la mamá de Nicole, ha tocado las puertas del IMRDS. Instituto deportivo de los jóvenes deportistas de Soacha, pero las respuestas siempre fueron las mismas. Ningún apoyo. Hoy, desesperada pero no derrotada, pide al gobierno que no las abandone, que les dé a estos jóvenes el apoyo que tanto necesitan para seguir brillando.