La Alcaldía de Soacha se encuentra en plena reconstrucción del alumbrado público, un servicio que ha sido objeto de quejas desde hace más de ocho años. El problema de la falta de iluminación en varios sectores ha sido una constante, generando inseguridad y malestar en los habitantes. La situación empeoró desde el 1.º de julio de 2023, cuando la empresa Sociluz dejó de prestar el servicio.
En 2024, el alcalde anunció la modernización del sistema, incluyendo el cambio de las tradicionales luminarias amarillas por luz LED, con el objetivo de mejorar la seguridad, beneficiar el medio ambiente y ahorro al bolsillo de la gente. Sin embargo, Luis González, secretario de infraestructura, confirmó recientemente que se han restablecido 2.600 luminarias con luz amarilla, dejando en entredicho la promesa de modernización.
Fases de recuperación del alumbrado: promesas y desafíos
A pesar de que el alumbrado público en Soacha se está restableciendo, la luz amarilla sigue siendo una solución obsoleta y costosa. Esta tecnología de sodio consume más energía y tiene una vida útil corta, lo que genera gastos elevados en mantenimiento y reemplazo.
En contraste, la luz LED ofrece una iluminación blanca y nítida que mejora la visibilidad y sensación de seguridad en las calles, reduce el consumo energético hasta en un 80% y es ambientalmente responsable. La comunidad exige el cambio a luces LED, no solo para ahorrar, sino para avanzar hacia un Soacha más seguro y sostenible.
Por otro lado, la segunda fase de restablecer la luz está en marcha, con el equipo técnico realizando mantenimiento y reparación de luminarias apagadas en 2023. Además, ya comenzó la tercera fase, que pretende ampliar y modernizar el sistema, además prometen reducir la tarifa del servicio para los soachunos. Sin embargo, el costo administrativo de estos procesos ha generado controversia.
El alcalde contrató al Fondo de Desarrollo de Proyectos de Cundinamarca (Fondecun) para manejar la administración, lo cual costó al municipio alrededor de 130 millones de pesos. También, se invirtieron 780 millones en la subcontratación para el diagnóstico de tres zonas, lo cual ha desatado críticas, pues los ciudadanos cuestionan por qué el municipio no asumió directamente estos contratos.
Habitantes reclaman cumplimiento y soluciones efectivas
Los residentes de Soacha se encuentran descontentos. A pesar de pagar por el servicio, muchas zonas aún permanecen a oscuras, situación que ha afectado su seguridad. Las familias temen salir de madrugada o regresar de noche a sus hogares debido a la falta de iluminación y el riesgo de ser víctimas de robos.
Los habitantes piden soluciones rápidas y efectivas, con la esperanza de ver reflejado el pago de sus impuestos en un alumbrado público seguro y moderno. La luz LED representa una inversión inicial mayor, pero ofrece beneficios superiores en términos de seguridad, ahorro energético y ambiental. Mientras que la luz amarilla ha quedado obsoleta, la LED cumple con los estándares actuales para un alumbrado eficiente y responsable.
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En redes sociales, los comentarios reflejan la frustración colectiva:
- “Luces amarillas, ¿en serio? ¡Estamos en el siglo 21! Las luces deben ser LED y blancas, no más despilfarro de nuestros impuestos”.
- “Es urgente vigilar cada luminaria. Las conexiones ilegales están dañando el sistema en beneficio de algunos, mientras el resto seguimos en la oscuridad”.
- “La luz amarilla ya es obsoleta, exigimos el cambio a luz LED”.
Los habitantes piden soluciones rápidas y efectivas, con la esperanza de ver reflejado el pago de sus impuestos en un alumbrado público seguro y moderno. La luz LED representa una inversión inicial mayor, pero ofrece beneficios superiores en términos de seguridad, ahorro energético y sostenibilidad ambiental. Mientras que la luz amarilla ha quedado obsoleta, la LED cumple con los estándares actuales para un alumbrado eficiente y responsable