Con los años el paisaje de la calle 13 ubicada en el centro de Soacha ha cambiado, en especial por la fuerte presencia de vendedores informales. Aunque, hay quienes aseguran que detrás del problema, existe un oscuro negocio que administra la venta y alquiler de espacios en esta calle.
Con la pandemia, la gente de Soacha ha logrado ver una calle 13 más limpia y despejada para poder caminar. Además, hace unos días la administración municipal, hizo el ejercicio de plantar árboles para mejorar el espacio público en esta calle ubicada en el centro de la ciudad.
En contraste, los vendedores informales luchan por regresar apenas pase la cuarentena, pues aseguran que esta es su única opción para tener un sustento y ganarse la vida honestamente. Mientras tanto, hay ciudadanos que no comparten el hecho de que estos vendedores actúen como dueños de las calles.
Si las calles no pueden tener dueño, ¿de dónde sacan que ellos compraron el pedazo?
Como dice el dicho popular, en el país de los ciegos el tuerto es rey. Por desgracia, el problema del comercio informal de Soacha, parece probar esta cruel realidad. Esto debido a que al parecer algunos “vivos”, se aprovechan de quienes dicen, solo están buscando una forma honesta de sobrevivir.
Sin embargo, en “la zona” de la calle 13, también son conocidos los casos de dueños de puestos que tienen apartamentos, autos y que quienes atienden son solo empleados. Lo que deja en entredicho, la supuesta necesidad con la que justifican su actividad estos vendedores informales.
Incluso hace meses, a través de RCN Radio, uno de los vendedores denunció que muchos andenes tienen tarifas y el alquiler se cobra por día. Incluso, dijo que hay mucha gente que tiene entre tres y cuatro negocios y en arriendo. Razón por la que el espacio público es tan buen negocio.
Según diversas fuentes, detrás del problema de la calle 13 de Soacha, hay un oscuro y gran negocio que por años ha tenido el control de la zona. Además, se suma el hecho de que los gobernantes de la ciudad, entran y se van de la administración municipal sin hacer nada frente al problema.
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¿Quién está detrás del negociazo de la venta y el alquiler?
Los propios vendedores comentan que se trata de gente de Bogotá, que tienen fabricas de bolsos en la capital y en Soacha. Sumado a esto, hay algunos dueños de negocios formales que también venden el andén enfrente de su local a los ambulantes por millones de pesos.
Al parecer, tener un puesto en la calle 13 de Soacha es tan buen negocio, que por eso vale la pena pagar entre 3 y 4 millones de pesos, y hasta más por un pedazo. Razón por la que los vendedores informales se molestan cada vez que la policía o la Secretaría de Gobierno los intenta sacar de la calle.
De hecho, la principal protesta es justamente que ellos compraron el pedazo y por eso no se quieren ir. Por ejemplo, si alguien quiere entrar a vender “en la zona de la 13”, se debe pagar entre 30 mil y 40 mil pesos diarios por alquilar el pedazo a quienes se adueñaron del espacio público. ¡Del resto no!
Esta situación se ha convertido en un reto cada 4 años cuando llega una nueva administración, donde buscan reubicar a los vendedores informales pero tener sin éxito. Lo que ha levantado sospechas de presunta corrupción y que muchos aseguran, es la que ha permitido que el problema siga.
Lo que dejó ver el coronavirus del comercio formal y el comercio informal.
Por un lado está el comercio formal, integrado por los negocios que pagan impuestos, servicios y sueldos, y que han sido afectados por el COVID-19. Sin olvidar qué, de los impuestos que pagan estos negocios, también sale parte del dinero para los mercados, subsidios y ayudas que da el gobierno.
La ironía es que mientas los negocios formales aportaron parte del dinero de las ayudas en tiempos de cuarentena. La gente va y compra en la calle, promoviendo la informalidad que no paga impuestos, pero después le exige al gobierno mas ayudas y más subsidios. Pero… ¿con qué dinero?
Por otro lado, los vendedores ambulantes e informales que usan el espacio público sin pagar impuestos, también han recibido ayudas del gobierno durante la emergencia. Aunque muchos aseguran, que las ayudas no son suficientes para mantener a sus familias durante todo este tiempo.
Razón por la que hoy, muchos comerciantes informales salen a la calle a pesar de las restricciones y exponiéndose ante el riesgo de contagiarse y contagiar a otros. Mientras los negocios formales, deben invertir dinero para cumplir con las normas de bioseguridad, que les exigen para poder abrir.
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¿Qué dicen las autoridades sobre la calle 13 de Soacha?
Ante esta situación, la actual Administración de Soacha, está buscado llegar a un acuerdo formal con ambulantes y vendedores informales. Lo que parece indicar que la promesa de campaña va enserio y que finalmente pretenderán recuperar el espacio que pertenece a la ciudad.
Por el momento, el acceso por la séptima a la calle 13 permanece cerrada por orden de la Secretaría de Gobierno Aunque algunos comercios de esta zona, ya empezaron abrir sus puertas y venta al público. Aún y cuando no se ha autorizado el inicio de las actividades no esenciales.
Finalmente, este pasado viernes 29 de mayo, el alcalde, Juan Carlos Saldarriaga, aseguró que habrá fuertes sanciones a los negocios que no respeten las medidas. En consecuencia, los comercios que no respeten el Pico y Género y Pico y Cédula recibirán un comparendo o podrían ser cerrados.
¿Será que estas sanciones serán aplicadas a comercios formales e informales por igual?
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